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I+D

La agricultura es el sector económico que utiliza la mayor parte de los recursos mundiales de agua dulce, alrededor del 70% (FAO, 2017). En España, este valor asciende hasta el 77% y en Navarra este dato se incrementa hasta el 87% (796 Hm3) frente al consumo urbano e industrial

estudiante

Una forma de lograrlo es tratando de ajustar las recomendaciones de riego a las condiciones y necesidades locales de cada parcela agrícola o sector de riego, sectorizando diferentes zonas de manejo para efectuar dosis de riego ajustadas a las necesidades particulares de cada sector. Para esto, las tecnologías digitales pueden proporcionar información útil para una programación de riego basada en datos agronómicos significativos obtenidos en tiempo real.

Humedad

La humedad del suelo superficial y, por lo tanto, las necesidades de agua del cultivo pueden variar de una zona a otra según factores como la topografía (pendiente, aspecto y curvatura), características del suelo (profundidad, textura y estructura), condiciones meteorológicas locales (precipitación, viento, etc.) y las prácticas de gestión (labranza, fertilización, etc.). El conocimiento de estas variables podría brindar oportunidades para llevar a cabo un nuevo procedimiento de sectorización de zonas de manejo homogéneas donde las dosis de riego se adapten a las necesidades locales, y especialmente en áreas con una topografía levemente accidentada.

Proyecto

Actualmente, Hydrotecna cuanta con un proyecto Doctorado Industrial en el que se propone pasar de un modelo de sectorización en el que únicamente se tienen en cuenta los criterios hidráulicos a un modelo de sectorización en el que todos estos factores nombrados anteriormente adquieren un papel importante a la hora de delimitar las diferentes zonas de manejo de la parcela.

Experimentos

Para ello, se plantean unos experimentos e investigaciones iniciales para identificar los principales factores intrínsecos relacionados con la heterogeneidad en la humedad del suelo y las necesidades hídricas de los cultivos, tales como la topografía, características del suelo y técnicas de manejo. A través de una combinación de análisis de datos geoespaciales y experimentos de campo, se buscan resultados prácticos como; un procedimiento para identificar la heterogeneidad en los sectores de riego, proponer diseños de sectores mejorados, y una recomendación de dosis máximas de riego y tiempo de riego dependiendo de la topografía, suelos y técnicas de gestión para que no se produzca escorrentía.